EL 18, LA SANGRE
Decimoctavo día de combate
Con calcomanías de bancos que publicitan un “Venceremos” y las alarmas en perfecto estado, una semana más de la guerra que todos esperaban en algún momento.
Los de acá y los de allá. Los de Irán también, los antisionistas y los sionistas ciegos.
Nadie se pierde el trágico show de la pérdida de la moral gracias a la muerte.
Sin embargo, y ante la felicidad de muchos y el pesar de otros tantos, todavía no cayó un sólo cohete en Tel Aviv.
Esto quiere decir que todavía no entré en el pánico feroz a pesar de la noticia de hoy que dice que el Ejército va a desplegar misiles Patriot entre Netania, a unos 40 kilómetros de acá, y Tel Aviv por si a Hezbollah se le ocurre atacar el sistema nervioso central israelí.
Estuve preguntando, días atrás, si Israel contaba con una defensa certera contra los proyectiles iraníes de medio alcance que según Inteligencia Hezbollah tiene y recibí varias respuestas:
-Testimonio A, eludiendo el tema y mostrando pulentería quizás por el cagazo. “Si ellos llegan a golpear Tel Aviv, desaparece todo el Líbano. Que ni se les ocurra”.
-Testimonio B, más en el tema pero con evasivas: “No hay algo cien por cien efectivo pero tenemos la tecnología para detener cohetes mayores a los Katiusha”.
-Testimonio C, con algún detalle que roza el sofisma pero te mete cierta tranquilidad: “Para ellos disparar los cohetes medianos tienen que retrasarse en el territorio libanés. Entonces no llegarían a Tel Aviv por el limitado alcance que tienen”.
-Testimonio D, el que quería escuchar: “Para tirar cohetes de media distancia Hezbollah necesita plataformas de lanzamiento que son fácilmente identificables por los satélites en tiempo real y por los aviones no pilotados con lo que Israel sobrevuela la región. En el caso de que igualmente tiren uno, tenemos las facilidades tecnológicas para interceptarlos en el aire”.
Anteayer
Las nubes están naranjas y hay un viento tan caliente que no se puede respirar.
Mueve las hojas de unos cuantos árboles que hay acá enfrente y me hace acordar al principio de la película Apocalypse now cuando se ve un paisaje selvático vietnamita al ritmo de The End, de The Doors.
De repente, en el alucinante film, una escuadra de bombarderos estadounidenses arrasa la zona con fuego y la danza entre la muerte y el destino se apodera de la retina y paraliza. Hipnotiza, mejor dicho.
Me quedo un rato tarareando The End como si estuviera filmando pero los aviones no pasan, no hay llamas ni napalm. No hay ni siquiera el olor que imagino que tendría un bombardeo real. Gracias a dios.
Anteayer bajé al supermercadito 24 horas que hay a una cuadra de mi casa a comprar dos helados de agua. Vi algo raro y lo esquivé.
Compré los helados, cereza y tutti fruti, y volvía cuando “eso raro” me interceptó.
Era una mesa de religiosos, como los del Once o Flores, que vibraba al compás de los Salmos.
Los tipos instalaron una mesa larguísima, como para 20 personas, todos hombres, en una vereda de la avenida King George, que vendría a ser algo así como Scalabrini Ortiz cuando era Canning y pujaba como uno de los centros comerciales textiles más importantes de la capital federal.
Decía, estaban sentados y cantando a los gritos. Recibí la invitación de sentarme, me negué inicialmente pero un barbudo gigante casi me sentó de prepo y me explicó que estaban rezando para que se termine la guerra.
Ok, ok, me siento. Me sirve vodka en un vasito de plástico y me grita exaltado ¡Lejaim! Me chupo el vodka y grito Lejaim!! en la mesa.
Quince o dieciséis voces entonadas me responden lo mismo, me empiezan a caer invitaciones de sandía y uvas y otra vez los cantos.
Hacía tanto calor que el vodka me enterró vivo. Los helados, blandos. Y el leve mareo presente. Nunca me la banqué demasiado con el alcohol y el vodka en verano, así, en seco, sin hielo ni un rebaje tipo limón o algo, me colocó.
Mi guerra, mientras tanto, es contra los insectos y el calor.
Vengan, mosquitos, fundamentalistas de la sangre, los estoy esperando con OFF perfumado importado de Buenos Aires y tres aparatos con tabletas. No pasarán.
9 Comments:
a ver si te volvés de una vez que ya estás grandecito ;)
Marian: Me impresiona verdaderamente quiza porq aqui estamos acostumbrados a vivir otra guerra con otró tipo de violencia. Pero me llena de tranquilidad saber q ahora los DV podemos leer las lineas de los Man y sentir, que aunque sea un poquito, estamos con UDs sentados en esa mesa con el barbudo tomando vodka... (sin importar lo q represente) vamos!!!
La hincha de te banca a muerte
La sandia con vodka no tiene el mismo efecto que esa misma fruta combinada con vino tinto?
Es cierto, nunca te bancaste con el alcohol. Todo el resto de lo leido corre por exclusiva cuenta del editor.
Sinceramente no se como caí acá. Simplemente me mandaron un mail a mi casilla de trabajo, y abri tu blog.
Me emocioné desde el primer texto, hasta este, que es el último por hoy.
Siento la ambivalencia de la necesidad de estar allá, con un galil en la mano, y el miedo paralizante que te explote un a cabeza de bomba cerca.
Es muy raro, pero me sorprende y roba esa sonrisa con lágrimas en los ojos, que hay alguien allá viviendo esta guerra, probablemente la más importante en los últimos 25 años, con la mayor naturalidad posible. Sintiendo que SI hay un mañana, y que realmente esto se va a solucionar.
Macho, no te conozco, pero te hago llegar con este post un "fuerza loco, esto se termina pronto"
Un abrazo enorme!
Champi
no puedo parar de leer...este blog está alucinante. En ninguno de los pedorrisimos medios de comunicacion que nos dan por los 60 mangos del cable podes oir historias asi. Odio profundamente la guerra y asimismo detesto a los fanáticos del Hezbollah y sus amigos. En mi familia estuvimos varios dias cagados porque un primo mio, argentino que se fue alla con el bardo del 2001, fue llamado como reservista y estuvo cerquita de que lo mandaran al frente. Yo estuve en Israel y me parecio un pais alucinante, con una historia reciente realmente impactante. Cuando uno viene de una familia medio-judia, como en mi caso, y viviendo en un entorno para nada judio, soportando toda la vida comentarios antisemitas en broma o en serio, de repente, estar en un pais de casi todos judios es una cosa rarisima, que se yo...queria volver al camiento de mi primo en septiembre, pero por ahora, todos los planes estàn descartados, que lastima.
Quiero seguir leyendo cronicas!
Hola CHampi,
Gracias por el apoyo. No tengas duda de que esto terminará pronto.
Lástima las consecuencias, dígase especialmente muerte y terror.
Un abrazo,
Mariano
Hola Angel,
Los posts seguirán mientras siga esta guerra de mierda.
Quizás pronto termine.
Un abrazo y bienvenido
Mariano
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