martes, diciembre 31, 2013

THE GIFT

Ayer 30 de diciembre participé como invitado del programa de radio Triángulo de la Bermudas, que conduce mi amigo +maxi martina en +vorterix y más allá de la hermosa experiencia, hay algo que quiero enfatizar.

Soy fundamentalista de esto: la gente que se tiene que conocer, se conoce en algún momento. Esos instantes tienen dosis de magia, más o menos intensas. Ayer 30 de diciembre, el "magiómetro" estaba que explotaba.

Hay núcleos (tipos) que aglutinamos caractéres compatibles y que se encargan de sumar en calidad. Yo soy de los que pienso que menos es más pero aún así hay veces que me sorprendo por los contextos que arman personas más tolerantes que yo, como Maxi.

En la mesa de la radio estaban Maxi M., Alfredo F., Resakka, Ana P., Costanzo, Nico F. y yo. Y las fotos las sacaba Josefina S. Afuera estaban Melissa, Lina, unos tanos que se casaban y los operadores.
A algunos los conocía, a la mayoría no. O no recordaba haberlos cruzado.

Las energías comenzaron a fluir. Te juro, olvidáte de la Metafísica. Y así se dio:
-Con Alfredo éramos "amigos" en Facebook sin habernos visto nunca. Pero resulta que es íntimo de dos pibes de oro, que son los hermanos Chaimon y Leo, dos pibes del Nacional 17, de la vida, de mi primer laburo en #periodismo. Nos abrazamos y sellamos una confianza tácita antes virtual.

-Resakka me llegó antes, por un hermano de la vida que es el Champions. Es uno de los miembros de +Error Positivo y un gran fotógrafo de rock, entre otras disciplinas. Tiene un sentido del humor finísimo, capaz de leer "River 40" en vez de "Riverito" en un juego de adivinanzas. Nos entendimos de entrada y disfruto cuando lo cruzo. Ayer también, además de que me llevó a casa contándome una historia con final feliz.

-En un corte, Ana me dijo: "Trabajo en Prensa desde hace mil años. Estuve revisando un mailing viejísimo, año 96/97, y te encontré. Cuando laburabas en la Revista ATVC. "Sí, qué flash -le contesté- ¿dónde.trabajabas?". "En MuchMusic", me dijo. Debemos haber hablado muchas veces, intercambiado mails y más. Hace 15 años, por lo menos.

-En un momento, surgió un inevitable homenaje al +Doctor Tangalanga. Yo soy fanático y conozco, si no todos, la mayoría de sus llamados. Y el dibujante/artista Costanzo no sólo eso: fue el primero que lo reconoció a Tarufeti, en 1987, y su llamado es famoso por lo genial. Yo lo escuché mil veces. Además lo conoció en persona, cosa que ya lo eleva un peldaño más. Trabamos onda. Y hoy, Alejo, gran editor periodístico con un olfato que envidio, cerró un círculo que ninguno de los dos, Costanzo y yo, sabíamos:
él ilustró las notas que yo mandaba a Observador Global cuando fui su corresponsal en Israel. Alejo nos juntó, Maxi nos reunió y el destino nos los contó.

-A Nico F. le vi cara conocida. Pinta conocida, bah. Rulos tremendos, barba, actitud Metal al 10000%. ¿De dónde? No me lo explicaba. Especulaba que lo habría visto en algún show de Error pero no estaba seguro. Al aire nos reímos ambos de las intervenciones del otro. Buen clima. Cuando terminó el programa, me comentó: "¿Vos sos el que hiciste el cover en hebreo de 'Llamen al dealer' de los Pelea de Gallos?". El asombro otra vez. "Sí, ¿lo escuchaste?", le respondí. "Te ví cuando lo hiciste en vivo en Villa Crespo", afirmó. ¡Plop!

-Melissa mueve +El Emergente Bar Club. La vi varias veces, siempre con los chicos de Error de por medio. Vimos juntos a +Blur hace muy poco. Viajamos sentados al lado, hacia Interama. Nos reímos del sonido. Cero incomodidad.

-Lina vive con Maxi. Es tan cálida como simpática. Te hacer sentir bien y saca unas fotos del carajo. Siempre tiene lindas palabras, alentadoras. Integradora por naturaleza, americanista, buena leche. Y apenas nos conocemos, eh.

-Josefina, de casualidad, nombró mi lugar de laburo. Y la identifiqué -#tu apellido tiene dos P?-, porque sigue el Twitter que yo manejo de ese lugar. Y hablamos y nos dimos cuenta que entre noviembre y diciembre nos cruzamos, sin conocernos, en actividades organizadas por mi trabajo y que yo me encargué de difundir. La apoyo en su búsqueda.

Acelerador.
Bueno, todo eso, todos ellos, nosotros, reunidos en la mesa de Maxi, que merece un párrafo especial.
Nos vimos por primera vez en 2005, en la casa de Nico Ch., y hubo onda. Cantamos "Enlace" de Ratones Paranoicos, hablamos de música y más.
Tiempo después, llamó al Champions -a quien conoció a través de Seba S., que lo conoció en mi casamiento, reforzó con Nico y cerró en FILO (Puán)- y lo sumó como bajista de Error. Yo a Seba lo conocí por Nico y Nico por mí al Champions, al que reemplazó como redactor en la Revista de ATVC. Hace 15 años, por lo menos. ¿?

Vuelvo. Maxi es un alma generosa. Capaz de compartir banda y escenario conmigo ante diez o mil personas sólo porque le gusta tanto la música como a mi y al Champions. Capaz de invitarme dos años seguidos al fin de ciclo de Triángulo de las Bermudas y que encima yo me quede dormido el primer año y no vaya. te abre la casa y corazón porque intuye.
Es un tipo de los medios. Pero un tipo bien, porque Gelblung también es un animal mediático. Capaz, preparadisimo, cálido, proactivo, tiempista y tengo muchos adjetivos más ponderar su personalidad.
Es de esos que te hacen sentir que hay esperanza, que la radio y la TV pueden ser mucho mejores -sin dejar de lado la pata comercial que los gobierna- y se pueden transformar de forma integral en herramientas de comunicación sanas.
Maxi transpira buenas intenciones y los oyentes crecen porque le creen; en un momento donde los relatos deliran, un tipo así vale platino. Y mil kilos de vinilos, como los que escuchamos ayer. De Johnny Winter a Dead Kennedys, de Helmet a Simple Minds, pasando por The Stone Roses a Genesis sin olvidarnos de Sandro y The Clash.

No sé, lo de ayer 30 de diciembre fue un inesperado regalo de fin de año que todavía me sorprende.  Felicidades y noches como estas para todos. ¿Acaso hay algo más lindo que las sorpresas?


                         

Naturalmente, a la gente le da grima esta vagancia semiorganizada; pero para los que conocen el misterio de las actitudes humanas, esto no asombra.
Esa gente aprende idiomas, se interesa por las llamadas lenguas muertas y se regocija contemplando los cartelitos de los árboles.


¿Dónde se reúnen ahora los enamorados? ¿Han perdido el romanti­cismo? El caso es que en el Botánico lo que más escasean son las parejas amorosas.
Sólo se ve algún matrimonio proyecto que recrea sus ojos sin perjudicar sus rentas, ya que para distraerse recorren los senderos solita­rios, separados uno de otro medio metro.


En definitiva, no sé si porque era lunes, o porque la gente ha encon­trado otros lugares de distracción, el caso es que el Jardín Botánico ofre­ce un aspecto de desolación que espanta. Y lo único noble, son los árbo­les… los árboles que envejecen apartándose de los hombres para recoger el cielo entre sus brazos.
Roberto Arlt - Los tomadores de sol en el Botanico

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