viernes, julio 18, 2014

TALK IS CHIP

Yo no soy ejemplo de nada.
No trato de serlo aunque a veces me creo más listo que otros. Es inherente en mí tomar posturas y opinar. Y muchas veces no estoy preparado para hacerlo y lo hago igual aunque sepa que no me sirve. Y me enojo con los demás y conmigo mismo. Es como fumar. Incluso este post te puede generar eso.

Genero enemigos y me hago cargo de ellos toda la vida. O una tarde.

Terminó el Mundial. Castigamos a Sabella, Messi, Brasil, a los alemanes por festejar con la "danza nazi" (?), a la FIFA por las entradas y hasta a los que bailaban con una columna vertebral de plástico cargando a Neymar por su lesión. Y a Neymar por no ser Pelé.

Pasaron -quedan- los fondos buitre. Castigamos al Gobierno, a los fondos, a los que están en contra del Gobierno, a los que están en contra de los fondos. Y se armó un nuevo lío de Gaza.

Acá quiero detenerme. El conflicto que todos consideramos como el más horrible e injusto -es peor o igual que cualquier otro- es por estos días el caldo de cultivo de la ignorancia. Y se sabe que el ignorante es tan básico que incluso se transforma en imbécil o hijo de puta ignorándolo. Por eso es ignorante.

Gracias a la democratización de la información -alabado sea el día en que se nos permitió acceder a la web- hacemos uso y abuso de códigos comunes y ajenos. En síntesis, opinamos de todo cuando queremos y desde donde lo deseamos. Y eso está más bueno que la manzana con dulce de leche.

Alimentar la libertad de expresión -qué importa si le damos de comer a Mark Zuckerberg, Santiago Bilinkis o al creador de Youporn- es el mejor ejercicio. Pero hay que bancársela, eh. Y en general salimos con cualquier cosa. Somos "minis" Clarín miente, CNN distorsiona o 678 la chupa.

En lugar de aprovechar todos los matices de ese hermoso albedrío que es acceder a infinitos contenidos sobre todo lo que se nos ocurra -próximamente nuevo paradigma "si no está en Google no existe- nos quedamos en lo más llano: juzgar, ofender, difundir viruta, diatribar y todo eso desde un altanero comportamiento virtual que nos hace impunes e inmunes.
Cuántas veces te pasó que discutiste con un "amigo de Face" sobre Gaza o Messi y el jueves te lo cruzaste en Soria. Seguramente ambos se hicieron los otarios para no mezclar realidad -cara a cara- con virtualidad real (léase redes sociales) y se tomaron el "cool" Campari de rigor. Para qué mezclarse, ¿no?

Esto es como usar el pene sólo para mear. Te perdés lo mejor.

En Internet nos tienta falsear. Y vaya si lo hacemos. Pero no, en serio, no hace falta tanto. Si decimos que los medios toman a la gente por idiota y nosotros mismos nos vendemos de forma tan diferente, somos la mueca de lo que soñamos ser. Y esto es vergonzoso al momento de mirarnos al espejo.

Canchereamos con las fotos de perfil o con instantáneas y ocurrentes reflexiones como si todo se tratara de un stand up que viaja por las venas del ADSL. Está bueno a veces, incluso para el ego.
Ahora,  tratar de mostrarnos ante una noticia en un diario o un post en Facebook como entes éticos defensores-de-todo-lo-que-nos-parece políticamente correcto-porque-somos-progres-sin-saber-lo-que-eso-significa no tiene ninguna ganancia, más que la poco seria convivencia internética o el carnet con cuota al día de la cada vez más grande, amorfa e irresponsable cofradía del click.

Mañana juegan Israel contra Mascherano. Asistiré, tal vez asista, quizás no existe.



Run in the front door

Run out the back
Wall in your face and
A gun in your back
No time for weepin' baby
No need for tears
Let no one tell you honey
How you, how you should grow

Keith Richards - Big Enough



Etiquetas: , , , ,