sábado, septiembre 30, 2006

LA NUEZ DE ADAN

Me tomé de forma involuntaria unos días de “descanso” de toda actividad que no fuera el trabajo, la niña, la pareja, mi aseo y el dormir.
Por la fuerza no fuimos a ensayar porque el día de repaso musical cayó en año nuevo –si, el año acá empieza en septiembre u octubre- y al bombo una actividad.
Otra acción, el escribir aquí, quedó cómodamente relegada hasta que pudiera volver a concentrarme en el placer de hacerlo y de encima tratar de subir algo digno.
No es que estos días me los pasé en la playa con un Campari y dos borreguitas o viendo qué saco me combina con tal o cual polera.
Estuve desconectado de ciertos placeres a los que reemplacé por pasar más tiempo con Alma, con quien hemos construido una relación absoluta.
Es llegar a mi casa y encontrarme con su enorme sonrisa desdentada. Me parte.

Sin embargo, hay dos cosas extras que hice esta última semana, en un sólo día.
La primera es una excursión a un lugar cerca de Jerusalén llamado Sataf y que físicamente es algo parecido a las sierras de San Luis, Argentina.
Los vecinos de planta baja a la calle, israelíes hasta el tuétano, nos invitaron a pasar el día como exploradores y yo fui a regañadientes; sacrificándome por Marina y Alma.
Arrancamos a las 11 de la mañana del sábado, subimos al auto y marchamos hacia la excursión, yo mascullando en secreto aunque disfrutando de un viaje en ruta corto.
Amós adelante conduciendo, yo de copiloto, Marina con Alma atrás junto a Diklá y su hijito Uri en la sillita de pibe.
Lindo día, no tan caluroso y con cierto vientito agradable. Uno de esos días en los que uno fantasea con la posibilidad de vivir en un lugar -¿el paraíso?- con ese clima estable y esperando la noche fresca para salir con un saquito o una campera de media estación. ¿Quién no lo dijo en voz alta alguna vez?
Yo, a las 11.35, ya me estaba cagando de hambre y estábamos en pleno viaje cuando mi compañera sacó de la galera un sandwichito de queso de máquina con cottage.
Algunos dirán ¡puáj!, queso con celulitis, queso con queso comida de queso o que mucho queso combinado estriñe. Bueno, a mí me vino al pelo para la languidez de media mañana.

Subimos un cerro, llegamos a un plateau con estacionamiento y nos dispusimos a seguir el recorrido señalizado con azul.
Yo cargando un “mochilón de la muerte”, el resto con las criaturas y alguna bolsita.
Caminamos, resbalamos, puteamos, sonreímos y vimos iguanitas, vaquitas de San Antonio cogiendo, un zorro muerto y pájaros mil.
A todo esto, me di cuenta que estábamos bajando y subiendo terrazas del año del pedo, de tiempos bíblicos. Muy loco, piedras y estanques de cuatro mil años.
Una agricultura antigua le da el paisaje al lugar enclavado en el corazón de las colinas de Jerusalén. ¿Qué tal? Me salió de agencia de turismo.
Vimos y comimos/comieron sabras (frutos de cactus), higos, regaliz y “nueces del rey”.
Lo de las nueces fue así.
Paramos al costado de un estanque natural encausado en piedra. Tiramos lonas y sacamos comida.

En eso, llega un contingente de excitados y señala sobre nuestras cabezas un inmenso nogal.
No pasan dos segundos que uno de los hooligans se trepa al árbol, lo sacude con toda y se produce una lluvia de nueces maduras que casi nos podría haber dejado inconsciente.
Sugestionado por la presión popular, accedí a comer alguna nuez convirtiéndose esta en la primera en mi vida que me mando entera.
Siempre repelí a la nuez. La siento como madera viva que al masticarla aúlla contra el paladar provocando el amargor de la zona con su muerte cruel bajo la dentadura.
En ese momento valoré la performance del salvaje que se trepó porque de alguna manera, al hacer el trabajo sucio y casi servirnos las nueces, hizo una marca indeleble en mi vida con el consumo de esa nuez. Igualmente, es improbable que vuelva a comer así las nueces.

En flashback, recuerdo que en el medio de la caminata, Amós me preguntó quién era Carlos Menem.
Me agarré el izquierdo, hice cuernitos, toque una ramita y le expliqué quien era y lo que su nombre pronunciado en voz alta producía. Mala suerte. Se rió.
Volviendo al escenario del nogal, Amós y Diklá comenzaron a cortar los ingredientes básicos para la preparación de la shakshuka (como un colchón de tomates con morrón, cebollas, ajo y huevos semifritos).
Y surgió un problema: habían traído una garrafita y una hornallita que, con inyecciones de bencina convierte a esta en gas y se puede prender un fuego muy bueno. Lo que pasó es que se rompió la jeringa.
Carlos Menem, recordé. Se lo dije a Amós. Sonrió de compromiso.
Había quedado el tomate, el morrón, el ajo y la cebolla cortados, como para una ensalada criolla sin vinagre ni aceite. Y media docena de huevos crudos.
Entonces, decidí “hacerme cargo” de la situación y le pedí la garrafita y la hornallita.
Agité, agité y agité hasta que de orto la bencina pasó a estado gaseoso y permitió prender el fuego y completar la shakshuka.
Quedé como un héroe. Era lo que buscaba en una tarde en la que fui repudiado –con razón- por ser demasiado urbano.

Seguimos allí un rato más y cuando se cumplieron seis horas de paseo emprendimos la vuelta a Tel Aviv.
En el camino, con las crías durmiendo y las mujeres babeando pasamos por lo de los padres de él para dejar a Uri porque a la noche se iban a una fiesta reggae y sus implicaciones.
Nosotros, encima, estábamos invitados a un cumpleaños en Ramat Gan.

El que no baila es un aburrido

Yo tenía pensado pasar por la fiesta un par de horas porque estaba realmente cansado pero ni bien entramos a casa sonó el teléfono. Era el cumpleañero.
El tipo me pide que pase la música de la fiesta, algo que me había pedido en la semana y que había quedado en nada.
Le digo que ok, que está bien. Me pasa a buscar y llevo un equipo de audio Sony con dos parlantes para comenzar con el festival del mp3.
No es que yo sea Disc Jockey ni DJ. Lo que ocurre es que tengo muchos mp3 de diferentes estilos con una carencia particular de ritmos latinos y “música jodona”.
Sin embargo, así y todo, ya pasé música en un cumpleaños anterior del mismo tipo, en una fiesta de disfraces correspondiente a la fiesta de Purim (circa Persia) y en un mini-festival que hicimos con Mamashkanta en una terraza.

No sé si soy bueno pero creo que soy el único que asume la tediosa tarea de poner un tema tras otro con cierta coherencia hasta que pierdo la paciencia y entro a quemar hits.
Y pierdo la paciencia cuando la gente no baila al escuchar, por ejemplo, Bee Gees, Funkytown, New Order, Smiths, los redondos, los Stones, los Decadentes, los 80’s...
Si con todo eso no moví a nadie, acá ocurre algo raro.
O después de Bigmouth strikes again pegué Los viejos vinagres o a la gente no le interesa moverse y sí charlar.
No es la primera que esto pasa y el público de casi todos los eventos nombrados es muy similar.

En síntesis, nadie baila a menos que el piso esté electrificado tal como ocurría con los patos danzarines de los circos a los que entrenaban sobre chapas candentes al ritmo de determinada melodía.
Los bichos no podían pisar por más de medio segundo porque se quemaban y cuando salían a función y escuchaban la canción comenzaban a mover las patas como si estuvieran bailando.
En un momento resigné la tarea permitiendo que pongan salsa, materia de la que no entiendo nada.
Tuve la falsa sensación de que la gente saldría a bailar y de que presenciaría la derrota del rock ante un género para mí menor. Es decir, mi derrota.
No fue así. Cuatro personas bailaron dos temas y listo.
Volví a la computadora y seguí tirando.
Agotado con justificativos, recién sentí feedback de la pista como a las 2 de la mañana y allí seis personas nos bailamos todo. Algo es algo.

Esto ocurrió exactamente hace una semana. Una de esas en las que no ocurrió mucho pero en la que comenzó el año nuevo 5767.
En dos días más es Iom Kipur, el día del perdón.
A su tiempo describiré cómo es la jornada de recogimiento más importante para el judaísmo en una urbe laica, secular y no observante como Tel Aviv.
Pero antes, en un par de días, intentaré comentar un interesante documental sobre las últimas horas de Walter Benjamín en un pueblo de los Pirineos, un lugar que imagino como Sataf, con frutos a punto y parecido a las sierras de San Luis.

27 Comments:

At 5:19 p.m., Anonymous Anónimo said...

Bien el campo, bien la nuez, bien la bencina... y bien la inconciente lección sobre el enroque fantástico que se le produce a un padre cuando conecta 100% con su "nuevo" rol. Siempre es un placer leerte.

 
At 12:11 p.m., Blogger low prof said...

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At 6:19 p.m., Blogger Mariano Man said...

Gracias Hernani.
Cuando quieras ilustrar...
La panza?
Abrazo enorme

Mariano

 
At 6:21 p.m., Blogger Mariano Man said...

Guido, mi viejo...
La salsa no es un género menor, no te enojes.
Simplemente que para mí, que desconozco en profundidad el género, es un rival de pista.
Un consejo: no te alejes del rock porque no habrá Kipur que te redima.
Saludos chicanizados

Mariano

 
At 7:08 p.m., Anonymous Anónimo said...

Vos sabes que el tema de la musica en reuniones/fiestas aca en casa es todo un issue. El publico reclama salsa, ritmos latinos, vallenato, rancheras, cosas que por compromiso tenemos en nuestra extensisima lista de temas digitalizados (los CDs propiamente dichos estan casi bajo llave en una habitacion dedicada al esparcimiento donde nadie toca nada sin permiso) De todas maneras, nuestra seleccion es pobrisima, y la gente se queja. Y si bien soy una excelente anfitriona, hay algo que me molesta muchisimo: Que se quejen de la musica! En eso me pongo tirana. Y a veces creo que tienen razon en quejarse, sobre todo aquellos que en algun asado fueron torurados con Halford :)
No hay vuelta que darle, no me gusta la salsa. Ni siquiera la comida que aca llaman salsa, porque tiene cilantro, y sabe exactamente a chinche.
Estas ayunando?

 
At 7:24 p.m., Anonymous Anónimo said...

Ah, me olvidaba de acotar. Alla lejos y hace tiempo, cuando vivia rodeaba de terneros, a lo que alla llaman "sabras" nosotros llamabamos "higo de tuna" (aca llaman "cactus pear", y yo me digo por que no "cactus fig"?) y comiamos muchos de esos frutos porque el cactus del vecino estaba lleno y la mitad del monstruo pasaba por encima del paredon (medianera?) A mi hermano mayor y a mi nos aterraron desde chiquitos con terribles historias acerca de las diminutas espinas y bla bla bla. Mi abuela, que murio el anho pasado, dijo durante los ultimos 20 anhos de su vida que la terrible diabetes que la termino matando era producto de aquella tarde en que estando de visita en casa se empacho con higos de tuna.

Una duda que acaba de asaltarme, Guido el poeta, es periodista? Vivio en Costa Rica? Una vez estaba en San Francisco y yo lo conoci? O me confundo de persona?

 
At 8:10 p.m., Blogger low prof said...

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At 6:39 p.m., Anonymous Anónimo said...

Guido, low profile: no sé por qué se me ocurrió que eras aquel pibe que si no recuerdo mal era amigo de MM y vivia en Costa Rica y yo vi un ratito en el lobby de un hotel en San Francisco hace unos dos años. No me acuerdo su nombre (Mariano, decime el nombre, por fa, uno que estaba en un viaje con Sarmiento, acordate màs rápido que de Birmajer, plis)
De todas maneras, tal vez te conozca de otro lado, o no, pero te conozco de acà y eso ya es conocer, no? De San Francisco Solano no creo, alli no recuerdo haber estado. O si, pero ahorita no se me ocurre nadie que sea de Solano. No se que pasa con mi memoria, no me acuerdo de nada.
No, no conozco a Carolina Data. Ni conozco mucha gente que viva en San Francisco, yo voy seguido, pero de visita nomás. De hecho, me vendría bárbaro un amigo-amiga allá, porque los hoteles son carisimos.
Te persiguen por google? Yo tengo el vicio de googlear a todo el mundo.

 
At 8:21 p.m., Blogger low prof said...

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At 11:32 p.m., Anonymous Anónimo said...

Guido, No recuerdo haber estado jamás en la feria de Solano, lo juro. Recuerdo la de Mataderos, que me encantaba ir a comer choripan con vino en una época. En mi próxima visita iré, tal vez (a la de Solano). Tengo amigos en Temperley, queda cerca?
Vivis en el DF?

 
At 3:20 a.m., Anonymous Anónimo said...

Usuaria: Por que le decis a MM que se acuerde más rápido que de BIRMAJER?
¿Cómo llega Birmajer aquí? Cual es el nexo entre Birmajer y Man?

Mariano: Perdon la ignorancia, es que en la noturna no aprendí francè ¿que es un "plateau"?

 
At 5:27 a.m., Blogger Mariano Man said...

Usuaria,

Repescto al ayuno, negativo.
Con respecto al cilantro, me gusta.
Acerca de los frutos cactáceos, no me caben.
En referencia al mito de las espinas, conozco uno similar del abuelo de un amigo que se pinchó con una yuca, planta que larga "baba del diablo", y esto le trajo culebrilla.
Lindo cruce armaron con Guido Epsilon Civelums. Me alegra.
Besos,

Mariano

 
At 5:29 a.m., Blogger Mariano Man said...

Low,

Cómo me vas a pedir disculpas, amigo, después del Día del Perdón??? Imperdonable.
Hablando de bombo, me encontré uno de batería en la calle y ahora está en casa.
Salud,

Mariano

 
At 5:32 a.m., Blogger Mariano Man said...

Soyetico,

Birmajer es amigo mio. Nos conocimos en una extraña situación de coincidencias, tan extraña como que su mujer haya sido niñera de tu novia.
Plateau se le dice a la mesetita que hay en muchas montañas y donde se hace una parada antes de seguir escalando.
Allí hay, en Argentina, muleteros.
Uno de ellos le dijo a un amigo: "Lo que tapa la frío tapa la calor".
Abrazos kipurescos,

Mariano

 
At 12:47 p.m., Blogger low prof said...

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At 11:40 p.m., Anonymous Anónimo said...

Low Prof, cuando pregunte si vivias en DF tentada estuve de decir "o Monterrey?", pero me parecio que tenia el mismo sentido que preguntarle a un argento "de donde sos, de Buenos Aires o de Santiago del Estero?". (el otro dia uno me dijo "Ah eres argentina, de donde, de Cordoba?" y no me quedo claro el porque de esa asociacion)
En Monterrey vive Natalia Weyland, que es de Olivos y trabaja en American. Se caso con un mexicano. Buscala.

Man: si te gusta el cilantro empezare a dudar de nuestra amistad. Por favor anda a ihatecilantro.com, es muy gracioso. Me compre un delantal online que tiene dibujado un ramo de cilantro tapado con una cruz roja. De lo mas bizarro. Y le compre a Alberto una remera con el mismo motivo (el lo odia mas que yo)

Ah Soyetico, Birmajer, Man y este blog es una larga historia que se reduce a un sinsentido: Ja ja Ja, por?

 
At 12:30 p.m., Blogger low prof said...

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At 10:25 p.m., Anonymous Anónimo said...

No, no, yo ponia el ejemplo de BA o Santiago para ejemplificar el absurdo de elegir solo dos ciudades de un pais para preguntarle al otro donde vive. Estuve en Monterrey, hace unos tres años, visitando justamente a Natalia, que a lo mejor es pariente de Scott, y el calor era agobiante. La mejor forma de encontrarla seria ir a las oficinas de American y preguntar por ella.
Pico de gallo... No me gusta, juro que lo he intentado, mucho, pero no hay forma. He llegado a la conclusion, luego de sesudo analisis, que el gusto o disgusto por el cilantro es innato y, el disgusto, visceral. Aun no he conocido a nadie que le gustase mas o menos. Con el cilantro no hay medias tintas. La primera vez que lo comi fue en Chile, en una ensalada de papa. Yo pense que era perejil, y como la comida era al aire libre, estaba segura de haberme comido un bicho (tan intenso era el sabor a chinche que me asalto de golpe)
De todas maneras, puedo concebir un mundo donde amantes y detractores del cilantro convivan en paz y armonia (yep, you may say I´m a dreamer) :)

 
At 2:26 p.m., Blogger low prof said...

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At 11:38 p.m., Anonymous Anónimo said...

si, absolutamente. Es absoluto. Y a mi me encantan los rabanitos y la remolacha. Los repollitos de bruselas no, pero no los detesto, seran absolutos tambien? A vos no te gustan los vegetales que empiezan con R. Sospecho que el repollo tampoco debe gustarte mucho, y no te culpo. El olor al cocinarlo es inmundo.

 
At 4:22 p.m., Blogger low prof said...

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At 12:13 p.m., Blogger low prof said...

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At 10:19 p.m., Anonymous Anónimo said...

Nunca probe rabano. Lo he visto miles de veces en el super, pero como no se como prepararlos nunca los compro. Se comen crudos, se cocinan? Vos que estas en Mexico, comes jicama? Yo una vez la hice al horno cortada finita, y estuvo buena. Pero despues la probe cruda y era distinto.
Tampoco he probado rabinitos. Ni rabinos, so far.

 
At 10:22 p.m., Anonymous Anónimo said...

Mariano, por casualidad, vos naciste en Pareda? Digo, por el ritmo en que posteas...

 
At 2:31 p.m., Blogger low prof said...

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At 4:45 p.m., Blogger Daniela Magnone said...

Mariano:
Hoy salió una noticia de Ardiles que dejo el club Beitar Ierushalaim, en las notas se habla de un personaje que alguna vez apareció en este blog: Arkadi Gaidamak

Acá te copio un par de links
http://www.aurora-israel.co.il/ow/nacional/19-10-06-501.asp
http://www.elcomercioperu.com.pe/EdicionOnline/Html/2006-10-19/onEcDeportes0599194.html

 
At 8:24 p.m., Blogger Mar Bruja said...

hola mi nombre es mariel y encontré tú blog de causalidad buscando en el google info sobre ja nuez de adán ya que tuve un sueño sobre eso. Bueno veo que sos argento como yo pero yo estoy en españa ahora. Este es mi blog www.lossecretosdelabruja.blogspot.com me gusto mucho tú redacción me abriste la mente para hacer las mías. Buena suerte y hasta luego...

 

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