GUERRA DE ALMOHADAS
Israel se encuentra en una encrucijada total.
Acaba de no ganar una guerra y ya se le viene otra "conflagración" encima, sólo que esta vez no se trata inmediatamente de misiles sino de una puesta contra la pared por parte de Siria.
Es que Damasco, de donde son los Yoma, mandó señales claras a través de la prensa de su intención de negociar la paz con Israel a cambio de la devolución legítima de las Alturas del Golán, aquella zona ocupada por Israel tras la Guerra de los Seis Días en 1967.
Sin rodeos, el territorio es de Siria y si hay intenciones de tratar una paz absoluta -diplomáticos aquí y allá, fronteras abiertas, seguridad garantizada- Israel deberá devolver palmo a palmo de lo que capturó hace casi 30 años.
Sin embargo, esto no es tan fácil como salir de la Franja de Gaza, donde a las piñas palestinos y colonos vivían horribles día a días.
Allá, en el norte, no hay nadie más que israelíes. Como en las Malvinas no hay más que anglo-kelpers.
Va a haber que levantar ciudad y pueblos, resignar la industria vitivinícola, parte del agua y verdes laderas en pos de una avanzada hacia la paz.
Todo esto suena díficil, la pérdida desgarra pero el objetivo parece ser noble.
Pero no se pueden confundir los tantos: nada parece garantizar que Siria vaya a dejar de patrocinar el terrorismo regional ni que vaya a reducir relaciones con Irán.
No parece que hubiera alguna intención de los sirios de frenar el contrabando de armas a Irak y el Líbano, país que ayudaron entre otros -Israel incluido- a desestabilizar y colocar al borde de la guerra civil con golpe de estado chiíta incluido.
Pero Siria va. El presidente Asad le dice a La Reppublica que Israel debe acercarse a negociar la paz y que si esto es un bluff, no tendrá nada que perder.
Acá, el Gobierno de inoperantes sigue ignorando los mensajes y desestimando el discurso sirio. Tal como ocurriera con Sadat antes de la Guerra de Iom Kipur en 1973.
Encima, Wahsington sigue despotricando contra Damasco, excluyéndolo de cualquier negociación por ser un tercio del Eje del Mal.
No es que de golpe los sirios amen la paz con Israel. No, pero son inteligentes y pueden leer lo que pasa en la región con un Irak en llamas, un Iran atomizando, un Líbano fragmentado, los palestinos auto-cascándose e Israel olfateando al viento.
Si ellos consiguen la paz con Jerusalén, pasan de malos a buenos tras firmar. Y recuperan lo suyo a nivel territorial.
Si Israel se niega, vuelve a perder. Es para pensar bien qué hacer, ¿no?
En lo personal, estoy muy impresionado por haber cumplido uno año como papá.
Supongo que la felicidad en términos concretos es algo de esto pero todo me resulta tan abstracto que la tentación de la cursilería es la manzana de Adán.
Se cumple también un año de haber sufrido parálisis facial.
Esta enfermedad del demonio es de las peores cosas que padecí, con media cara paralizada y un dolor en la nuca que a vecer reincide haciéndome recordad cuán débil es uno ante un virus o el estrés.
Se cumple también un nuevo año en el que el tiempo fuera de Buenos Aires le vuelve a ganar por goleada a los recuerdos de sensaciones físicas y emocionales que uno tenía de allá.
Entre los argentinos, acostumbrados siempre a coyunturas mutantes y a la adaptación a medios hostiles, se plantean debates banales acerca de si hace más frío en el invierno local o si hacía más fresco en Buenos Aires.
Yo ya no me acuerdo bien del invierno de allá. Pero el de acá se vino duro y la gente se enferma mucho. Todos se contagian de todos como si fuera una orgía del moco.
En el aprendizaje de la paternidad aprendí que los nenes son los que se pegan las pestes por andar cerca del suelo, con esa perspectiva del gigantismo, y después, gratis, las diseminan a sus seres queridos como queriendo empezar a pasar factura por la arbitraria decisión de sus padres de traerlos a este mundo de hijos de puta.
Hablando de hijoputas, mis maldiciones al plantel y ex cuerpo técnico de Boca Juniors por la linda sopresa que nos dieron a los hinchas en este diciembre fatal. Si hasta se había muerto Pinochet para sumar alegrías.
Me voy a dormir con el sabor dulce de una porción de chocotorta que Marina hizo para el cumple de Alma. Sí, con chocolinas y dulce de leche. El Mendicrim no está, pero la vileza del queso blanco es fácilmente reemplazable incluso por el regurgitar de una criatura.
9 Comments:
hola hermano
Todo muy lindo hasta lo del queso y el regurgitar. Ahí me dio mucho asco...
De paso, si Israel le da el Golán a Siria, de golpe y porrazo perdemos el 30% del agua. Y este año no llovió nada.
Además, si Siria mete, como es su intención, 70.000 personas en el Golán, olvidate de tomar agua del Kineret, porque va a ser una charca inmunda de desechos cloacales.
Y la verdad, todo para qué? Qué vale la "paz" con Siria? Creo que no vale el papel en que está escrita.
Saludos!
Hola Epsilon!
Hola Fabas
Analizo un poco tu comment:
"De paso, si Israel le da el Golán a Siria, de golpe y porrazo perdemos el 30% del agua. Y este año no llovió nada.
"Además, si Siria mete, como es su intención, 70.000 personas en el Golán, olvidate de tomar agua del Kineret, porque va a ser una charca inmunda de desechos cloacales".
Estamos de acuerdo en todo lo que ocurriría si se devuelve el Golán (no si le "da" el Golán).
Sería una complicación absoluta. Pero hay que estar preparados para ese día logrando convenios de agua internacionales y avanzando en la diplomacia.
No derrochando y siendo inteligentes. Bolivia perdió la salida al mar y sin embargo tiene Marina.
Hay que pensar mucho.
Sigo:
"Y la verdad, todo para qué? Qué vale la "paz" con Siria? Creo que no vale el papel en que está escrita".
Yo sí creo en la paz con Siria tal como creo en la paz con Egipto y Jordania.
Ese papel en el que está escrito el acuerdo de paz me avala a que si te pasás de vivo (hablo de países, claro)te cague a tiros y te ponga las pilas para respetar lo que firmaste. Para mí, vale oro.
Hasta aquí todo muy lindo, somos los pulentas de la región, hasta que Hezbollah nos la enterró bien adentro.
Hay que reconfigurar, poder leer la situación nueva que se creó tras nuestra vulnerabilidad y la trascendencia internacional acerca de las armas atómicas que tenemos.
Parecemos acorralados.
No soy ingenuo, pero quiero ver... como en el Poker.
Un abrazo
Mariano
Mariano: no es esta una devolución de gentilezas por haber entrado a nuestro blog, sino una sincera opinión acerca de tu nota.
Me resulta interesante acceder a un debate que (según me parece), es sostenido por argentinos que viven en Israel.
Acá la visión del conflicto es retorcida, hasta incompleta, pero cabe preguntarse si es parte de la voluntad antisemita de algunos argentinos, o también hay algo de soberbia y de encierro de ghetto, que termina confundiendo.
Para no hacerla muy larga: acá se desconocen un montón de elementos para analizar los conflictos de aquella región, pero hay un casi unánime repudio a la opción permanentemente militar de Israel. Por eso coincido con tu comentario, más allá del agua, porque si no es como si los ingleses dijeran: "ey, para qué devolverles las fucking falklands si hay pesca y algo de petroleo". No creo que quién comentó el tema del agua apoye a Inglaterra en esa posición. Y yo creo que en la vida hay que ser coherente ante todo.
Final: si acá, con una comunidad enorme y consolidada, se perdió la "batalla cultural", lo que debe suceder en otros países.
Creo que hay una solución, como dice el rabino Bergman, a quien saludo por hacer política, aunque pudiera no compartir algunos de sus pensamientos: es imprescindible salir del ghetto.
Tebele
Hola Fernando,
Yo creo que en Argentina y en muchos otros lugares la visión del conflicto es retorcida e incompleta, como vos decís, y es por eso que a veces todo termina en un cambalache.
Por supuesto que existen ardides antisemitas pero un factor que realmente confunde es la visión ciega -vaya paradoja- de los sionistas de salón que defienden la superviviencia de Israel a cualquier costo.
Esto, desde la racionalidad, es fascista pero no deja de tener cierto valor falaz que hace que el fin justifique los medios.
Ojo, yo estoy convencido al 100 por ciento de la legalidad y justificación de la existencia del Estado de Israel como estado judío y creo definitivamente que si el judío no se defiende por sí solo nadie lo va a defender con el mismo ahínco. Quizás como nadie lo haría por otro en general pero agravada la historia con el bagaje antijudío de las sociedades occidentales.
Yo, por mi parte, también descarto la opción militar.
Sin embargo, aquí el arma es al folklore como la vaca al campo.
Como la vaca, que da leche/cuero/carne, el arma da seguridad/control/supervivencia.
Acá no se puede concebir la posibilidad de bajar las armas un sólo día porque de ser así el país correría nada más ni nada menos que el riesgo de su desaparición.
Es tal la hostilidad vecina que a pesar del poderío inconmensurable de Israel, los chotos y antiguos cohetes Katiusha vulneraron el corazón y el alma israelíes le revelaron al país la vigencia del monstruo de la desaparición.
Respecto a la comunidad judía argentina, bueno, tengo mis reservas después del Banco Mayo y el Patricios. Y de la administración de cementerios.
Sobre la noción de salir del gueto, esto es bienvenido pero tiene la cara de la asimilación que es grave por lo menos desde lo cultural.
Sobre todo es difícil de aplicar en Argentina donde ser joven y judío está visto llanamente como ser un "narigón pelotudo con dubón, que no coge".
Partiendo del estereotipo, si salís te cuesta volver a interactuar a nivel comunitario, como me ocurrió a mi.
Si no salís, te perdés lo mejor del entorno. La vida real.
Es un dilema que no tiene solución a menos que seas Bergman, que a mi cirterio a veces se pasa de listo.
Un abrazo grande,
Mariano.
Mariano, sin animo de ser pesado, podrías desarrollar el concepto de la palabra GRAVE en la oración: “Sobre la noción de salir del gueto, esto es bienvenido pero tiene la cara de la asimilación que es grave por lo menos desde lo cultural.”
Un abrazo desde Buenos Aires
Ezequiel
"donde ser joven y judío está visto llanamente como ser un "narigón pelotudo con dubón, que no coge".
Mariano, no soy judío y alterné con muchos jóvenes judíos/as "asimilados/as", en la facultad y en muchos otros ámbitos. Con algunos somos muy amigos y con alguna curtí. Jamás percibimos a ninguno de ustedes como vos lo describís. Si alguno me/nos parecía un pelotudo ocurría porque nos parecía que lo era, sin más adscripciones. Y por supuesto que uno era "el ruso", y algún otro "el hebreo", del mismo modo que nosotros eramos "el tano", "el narigón", "el lechón" o "el alemán".
No pretendo negar que los energúmenos existen, pero creo que es bastante distorsionada la percepción que se manifiesta en la frase que encabeza este comentario.
Anónimo,
Debo hacer un aclaración luego de tu comment. Me faltó poner, para terminar de conceptuarlo, que esa opinión surge desde adentro del judaísmo. Tenés razón, parece que digo que es la visión general y no es así. Mal resuelto por mí.
Por supuesto que no es la única pero es un estéreotipo regular.
Un saludo,
Mariano
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