WHERE HAVE ALL THE GOOD TIMES GONE

Mi vieja cumpliría hoy 63 años. Te extraño tanto.






No hay fuegos artificiales ni criminales detenidos. No hay banderas izadas ni zonas liberadas. No hay casas seguras ni brazos hermanados. No hay aires de tranquilidad.

Hay una decisión unilateral israelí. Hay un ejército en riesgo. Hay miles de habitantes en el sur con la misma inseguridad de antes de la guerra o peor al descubrir que los cohetes alcanzaron ciudades antes inmunes. Hay más de un millón de personas en Gaza a merced del destino. Hay ruinas, cadáveres, miedo, incertidumbre y hasta lluvia.

No hay mujeres recibiendo a los marineros. No hay cumbres con papeles firmados por los actores del conflicto. No hay flores.

Hay madres llorando nenes y familias despidiendo a soldados. Unos pocos, dicen algunos. Que te toque a vos despedir a uno y me contás.
Hay una entidad terrorista que todavía gobierna Gaza. Hay un Gobierno dividido y agónico que maneja a Israel. Hay una legitimación mundial de Hamás y hasta simpatía hacia la resistencia palestina y sus métodos.

No hay infraestructura sanitaria en Gaza. No hay un Guilad Shalit libre. No hay unidad palestina.

Hay muchos periodistas y analistas hablando pavadas. En favor de ambas posturas. Hay ciegos que no ven una montaña de cadáveres y otros que soslayan los escudos humanos. Hay un Irán desenmascarado pero más fuerte que nunca. Hay un Hezbollah preparado para matar o morir.

No hay que esperar mucho para que todo esto se pudra de nuevo. No hay garantías. No hay espacio para el diálogo.

Hay más casas reforzadas y más instrucciones del Comando de la Retaguardia. Hay miles de nuevos desempleados que la crisis internacional no perdonó. Hay amigos y nuevos enemigos.

No hay en mi un optimismo claro. Hay una duda monumental. No hay en Mariano Man un milímetro de tranquilidad. Hay temor de que empeoren las cosas.

No hay nada que hacer. Hay que esperar.


No debes cambiar tu origen
ni mentir sobre tu identidad
Es muy triste negar de donde vienes
lo importante es adonde vas

No, no, no, no pibe,
no lo hagas que eso está mal
si tu madre te escuchara
moriría de llorar.

Manal