SUDAFRICA 2010: BIGMOUTH (ISRAEL) STRIKES AGAIN
En Israel, mientras los problemas no se solucionan, se vive el Mundial con euforia. Los problemas no se solucionan en ningún lado, en realidad. Quizás algunos en Escandinavia, no más.
La cuestión es que los israelíes se fanatizan con la Copa del Mundo casi como si el país participara de la ex competencia más importante del globo. Este es un tema que tocaré luego o quizás en otro post.
Uno va por la calle vistiendo la camiseta de la Selección Argentina, un tanto anacronizado, y se topa con diferentes reacciones. Muchos tienen buena onda y nombran a Messi, alabándolo y también exigiéndole una copa mundialista para ser realmente "alguien".
Esto es menos preocupante que lo que sigue: la mayoría de los israelíes elige a Brasil. Y eso, directamente nos enfrenta a los argentinos que con paciencia tratamos de explicarles algunas cosas como que eligen al "mejor" porque casi son los peores.
No hay caso. Es una guerra perdida. El israelí odia a Maradona por drogadicto, contradictorio, popular y tribunero. En resumen, el israelí no entiende nada de fútbol. Nada, ¿eh?. Nada. Porque si el odio viene de Brasil o Inglaterra, bueno, hay una explicación.
A saber: la Selección Israelí no participa de un Mundial desde 1970. Ese año se separaban los Beatles, Obama tenía nueve años y el país tenía apenas dos décadas y poco de vida. Es decir, la antigüedad contemporánea. Además, esa fue su única participación en una Copa del Mundo. Una vergüenza nacional.
Sin embargo, los israelíes hablan de fútbol. De manera incoherente, exagerada y falaz. Quieren imponer una idea de fútbol que no practican ni practicarán. No conocen de éxitos pero tienen el tupé de exigirle a Messi un campeonato. "Messi tiene que ganar un Mundial para ser alguien", me dice uno. "Como Pelé, Maradona...", agrega.
Yo, que no soy un fanático de Messi aunque no soy estúpido y lo aprendí a entender, le digo: "¿Qué opinás de Cruyff?. "Un jugador de los grandes, un gigante", me dice. "¿Ganó el Mundial 74?", lo toco. "Jajajajajaja", expresa abatido.
Con esto no quiero demostrar que soy un fenómeno o que gané una "discusión". Lo que pretendo es hacerles entender un poco de qué se trata el fútbol. ¿Cómo es posible que cada israelí sea hincha de un club israelí (con suerte) y de otro europeo? ¿Dónde se vio un concepto tan amateur que este tipo de doble camiseta?
Es cierto que cada vez hablo menos de fútbol con los israelíes y que el fútbol cada vez se parece menos a lo que yo siempre amé de este deporte pero cuando surge un otario a hablar pavadas, con apenas un poco de ingenio y memoria se puede educar a un pedante.
A otra cosa: lo vaticiné y sé que acertaré. Argentina va a salir campeón de la mano de Diego y Lio. Hay muchas "M" dando vueltas. Martín. Maxi. Micho. Muro. Masche. Mario. Milito, Maradona, Messi. Mariano Man. Mundial. Mamashkanta.
No estoy mareado con los dos partidos que ganamos. La cosa comienza en octavos. Pero aquellos que me conocen saben de mi fe maradoniana. Porque Maradona en un Mundial de nuevo es como si hubieran venido los Pixies. Es una fiesta inolvidable. Emotiva.
Yo siento lo mismo cuando lo veo al Diego en el banco que cuando entraba a la cancha. Tenemos nuevamente el as de espadas. Ahora en los pies de Messi.
Hace poco murió Carlitos de Villa Gessell. Con su partida y en señal de solidaridad, deberían llamarse a silencio esa legión de panqueques desagradecidos que insultaron a Maradona. El se equivocó y pagó. Agarró un fierro caliente y está haciendo historia.
No me bajo de la Copa. Y no me pelo como pidió mi amigo Josi pero sí me dejo la barba como el Diego hasta el final. Hasta el final de la final, con Pelusa besando la Copa que tanto le pertenece y que le queda mejor que ese traje gris.
If you could see what I can see
Feel what I feel
When my head is on fire
When I'm a buming wheelPrimal Scream - Burning Wheel
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