NO ALARM AND NO SURPRISES - EDICION ESPECIAL
Un soldado muerto y decenas de heridos. Un cohete que cayó en un jardín de infantes vacío. Una amenaza y movilización de tropas donde se teme alguna escalada con Hezbollah.
La falta de titulares contundentes y las malas noticias desmoralizan a los israelíes. Si bien hay un gran apoyo popular a la operación "Si veo dientes te emplomo", las dudas empiezan a corroer lentamente la confianza.
"Cientos de terroristas detenidos", "Decenas de túneles de contrabando bombardeados", "Gaza dividida en tres partes". Estos no son índices que eleven el optimismo aunque técnicamente sean pasos satisfactorios para mermar la capacidad terrorista.
Encima, el volumen de cohetes diarios caídos en Israel no disminuye en contra de las declaraciones de los muchachos del Ejército que dicen que se ha golpeado profundamente a la capacidad de ataque de Hamás.
Justamente Hamás, no deja de emitir arengas y de prometer "sorpresas" en las localidades más pobladas. ¿Qué sorpresas podrían deparar a los soldados?
Intento pensar en una sola: el Mickey Malo de Hamás pero de diez metros de altura.
¿Conocen al Mickey de Hamás?
Me imagino a los soldados entrando en, por ejemplo, Gaza City, en el downtown de la ciudad, y de golpe............ ¡FARFUR!
¡Ohhhhhhhhhhhhhhhh! Los aviones tiran, Farfur no siente el daño, resiste. Bue, es parte de la resistencia. Tiran y el caza los cazas en el aire. Los tanques le disparan pero el los pisa. Los soldados le tiran a los pies, Farfur los elimina de a miles.
Todo parece servido para el Mickey oriental. Escupe fuego e incendia los barcos. Se nutre de la red de electricidad de Gaza, de las torres de energía.
Obra de mi producción - No tiene precio mi talento
Pero... un momento. En medio del caos, del inflictivo castigo de Farfur a Israel, un israelí pequeño, de dos años de edad que resultó un experimento del Tejnión por su inteligencia superior, tiene una idea. Lo llevan a una planta de electricidad, baja el switch y debilita a Farfur.
La mole roedora empieza a tambalear. Trastabilla, las balas no lo afectan pero la sequía eléctrica sí. Va cayendo, tiene que caer, las sopresas duran lo que un pedo.
Bajo la horrenda música de Radiohead, la peor arma usada hasta el momento, Farfur caduca como efecto. Cae para no levantarse jamás. Su sangre es humus. Fluye, mana, cubre la superficie.
Los soldados, enardecidos por la victoria, se acercan al manantial humeante. Bajan las armas. Detras de las nubes de humo, los de Hamás se van asomando y ven a su golem desactivado, desangrándose, inundando todo con su pasta de garbanzos, con su simiente de tjina brotando en una mezcla de muerte y placer sexual-culinario.
Ambos lados se acercan a ver que el milagro de la paz está pronto. Sólo falta el cuerpo de cristo para sumergirlo en el humus.
De repente, una lluvia de pitas (pan árabe) cubre el espacio. Caen calentitas, a punto, sobre la "sangre" de Farfur. Israelíes y palestinos se abalanzan, se abrazan, se sumergen en el tradicional sabor. Se dan cuenta de que pueden vivir como vecinos mientras haya para comer. Humus, por supuesto.
El Medio Oriente entero se soluciona con un plato tradicional. Los pedos son propios, los garbanzos son ajenos.
No me drogué. No me escabié. No enloquecí. Saquen la parte "con su simiente de tjina brotando en una mezcla de muerte y placer sexual-culinario." y verán que imaginé un cuento para contarle a una hija mayor que todavía no tengo.
Lo que sí, qué suerte la mía de todavía no tener que explicarle que es esto de la guerra de ayer, hoy y mañana. Ni siquiera con cuentitos pacifistas.
Hasta pronto y cese del fuego YA. Con condiciones, lo que quieras, pero YA.
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